Hola: ¡¡¡¡¡Hermanos!!!!!
Los caminos se cruzan, se abren, algunos se borran con el
paso del tiempo, otros son rápidos y anchos como las autopistas.
Somos creadores de nuestros propios caminos, le imprimimos
nuestro propio estilo, por eso mi camino es distinto al tuyo, y así como tú no
puedes transitar el mío yo no puedo hacerlo en el tuyo.
Aceptar esta realidad nos conduce a encauzar nuestras vidas
en libertad y en paz, pues nos conectamos el sentir profundo de nuestro corazón,
en él reside la mayor fuente de sabiduría.
¿Cuándo sentimos que caminamos en contra de la corriente, que lo que hacemos no nos produce alegría, sino por el contrario, nos llena de incertidumbre?…
Cuando no vibramos al unísono con los mandatos de nuestro corazón.
Cuando sentimos que necesitamos hacer un giro de 180º y lo hacemos de 360º, regresando al mismo sitio de
donde debemos salir es cuando nos sentimos estancados, confundidos hasta el aburrimiento.
Por lo general nos auto-engañamos, pensando que hicimos un gran cambio en nuestras vidas, pero en realidad solo giramos, dimos una vuelta completa, nos mareamos un poco y otra vez al “confort” de la realidad “conocida y segura”.
Es como cuando queremos hacer cambios en nuestro hogar y lo único que hacemos es cambiar de lugar los muebles, nos parece que ese cambio traerá bienestar en nuestro funcionamiento interno, pero para nuestra sorpresa, al día siguiente, solo nos cuesta encontrar las cosas que hasta ayer, sabíamos donde encontrarlas.
La mesa que estaba inclinada, continúan inestable en otro rincón del comedor y la alfombra de largos flecos continúa entorpeciendo nuestro andar hacia la alcoba.
¡¡¡¡¡JA!!!!!!... y
los cambios, los verdaderos, los que realmente reclama el corazón,
¿Cuándo los hacemos?
¿Cuándo los hacemos?
¿Cuándo regalamos la mesa inclinada y sacamos de nuestra
vista esa alfombra que lo único que sirve es juntar tierra sobre y debajo de
ella?
Pero los cambios requieren de valor, destreza para
efectivizarlos y paciencia para soportar reproches de todos aquellos que no quieren sentir cambios
en nosotros, pues se verán obligamos, en cierta forma, a cambiar.
Aún no comprenden que nuestro camino de aprendizajes es distinto al de ellos y lo que es ¡Muy bueno! para ellos, dejo de serlo para nosotros.
Aún no comprenden que nuestro camino de aprendizajes es distinto al de ellos y lo que es ¡Muy bueno! para ellos, dejo de serlo para nosotros.
De esta forma vamos atravesando experiencias, aprendizajes,
nos vamos forjando en bellos Seres de Luz.
La chispa está, pero es nuestra responsabilidad pulirla, acrecentarla.
La chispa está, pero es nuestra responsabilidad pulirla, acrecentarla.
A veces los cambios nos pueden producir una cierta inestabilidad
interna, pues fueron muchos años de atravesar esa alfombra (costumbre) y la
mesa era un regalo de la abuela (mantener la tradición).
Nos cuesta soltar… recuerden que soltar no significa
quedarse con las manos vacías, soltar es dejar espacio para lo nuevo que está
llegando y no puede acomodarse, pues no encuentra un lugar entre tantos recuerdos y costumbres.
Cuando soltamos… podemos sentir reproches internos (Ego) y
externos (los otros, los afectados), pero sabemos desde nuestro Ser Interno, que es lo correcto y la paz
llega en forma instantánea.
El soltar implica aceptar los cambios que estamos generando,
en nosotros y aceptar que los demás se verán conducidos a realizar sus propios cambios, de esta forma le
ofrecemos la bella oportunidad de cambiar, de acomodarse a una nueva realidad,
necesaria para crecer, avanzar y seguir soltando.
A veces los cambios no llegan de la mejor forma, pero si
somos honestos con nosotros mismos aceptando que para continuar caminando en la
vida debemos atravesar cambios y estos deben ser generados por nosotros y no
esperar que los de “afuera” o los de “arriba” con una varita mágica solucionen
lo que nosotros debemos realizar.
Los milagros existen a cada instante, pero nosotros debemos
dar el primer paso para que todos los demás también cambien en sincronía y se
produzcan milagros.
Cuantas veces hablamos y hablamos, pero… las palabras se
pulverizan en silencio, en indiferencia, en desconexión con los otros.
¿Saben cuando se produce estas situaciones de desconexión?
Cuando no tenemos el valor de producir los cambios, cuando aceptamos por costumbre, cansancio o porque todo nos da lo mismo.
No, nada es igual, a cada instante todo cambia, nada es
estable y para siempre, pues la evolución existe, somos Seres que evolucionamos.
Nos sentimos distintos unos de los otros y nos aceptamos como
Hermanos, pues nuestro origen es Divino, ese gran hecho nos une, nos Hermana.
Chispas Divinas evolucionando, cambiando, navegando a través
del tiempo, el espacio y el Amor Incondicional, pues el Amor UNE y aunque tu
cambies y yo también lo haga siempre estaremos unidos en el Amor.
En la Creación de Dios TODO se mantiene UNIDO, relacionado,
interconectado por el AMOR por eso nada es “casualidad” sino CAUSALIDAD.
No temas cambiar, hazlo, se honesto contigo mismo, no te
auto-engañes, no te esfuerces por engañar al otro que todo está bien, cuando no
lo sientes así.
Libérate de la culpa, del miedo y asume tú verdadero, único
y personal LUGAR EN EL COSMOS.
Aprende a sincronizar tu sentir interior con la realidad,
con lo que verdaderamente sientes que debe ser.
Hasta Nuestro próximo encuentro.
¡¡¡¡¡Los amo!!!!!!
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