Hola: Hermanos!!!!!
Que les parece si esta semana reflexionamos del Amor… que perdona, pues en este tiempo de abrir portales, de atravesar cuestiones pendientes, de sentir como afloran todas aquellas situaciones de nuestro pasado lejano, muy lejano y también del aquí y ahora, el perdonar y perdonarnos es cuestión de AMOR Incondicional.
Cuando inevitablemente recordamos, los errores cometidos por nosotros hacia los otros y hacia nosotros mismos, y asumimos que tienen una doble repercusión y también una doble reparación, comprendemos que el perdón es el único camino para liberarnos y liberar a los afectados
No siempre somos conscientes que los actos, las palabras o los pensamientos negativos cuando los cometemos tienen un efecto tan perjudicial y encadenado.
Un acto violento hiere a nuestro Hermano, crea en él una herida, que perdura según la intensidad que fue recibida y sentida. Si no fue sanada, continúa horadando creando situaciones que agudizan ese dolor no desalojado.
El proceso sería:
Herimos al otro, este recibe la agresión, la siente en intensidad según la conexión que posee con su agresor, se produce una herida, no es sanada, genera dolor, rencor, confusión, venganza. Todas estas emociones dirigidas al agresor.
A su vez el agresor se hiere a sí mismo al agredir al otro y recibe todo el caudal de emociones negativas por parte del agredido.
Así se crean cadenas de dolor.
Agresor y agredido entran en un circuito de emociones negativas que los encierran, sin salida si no aparece el AMOR para llegar al PERDÓN.
Todos cometemos o hemos cometido errores, pero lo que realmente importa es lograr PERDONAR y para llegar a PERDONAR debemos abrir el corazón y sentir AMOR, mucho Amor hacia el herido por nosotros y hacia nosotros mismos.
De nada sirve perdonar al otro si nos perdonamos a nosotros mismos.
Cómo se entiende cuando escuchamos:
“Lo perdoné por el dolor que me causó, pero aún siento dolor por todo el resentimiento que sentí durante tanto tiempo hacia él.”
Aquí fallamos en el perdón hacia nosotros mismos, dejamos de Amarnos.
Entonces, les pregunto:
¿Realmente en profundidad hemos perdonado?
Hermanos, el AMOR que perdona, perdona en todas direcciones: hacia el otro y hacia nosotros mismos, así funciona el verdadero Amor.
El Perdón nos libera de todas ataduras que nos mantiene unidos al otro y a nosotros mismos, por el rencor, la venganza, el odio.
Si hay culpa, no hay verdadero perdón.
Si hay perdón, hay liberación, hay amor.
Si hay perdón, hay un corazón abierto.
Si hay un corazón abierto, desarrollamos esa capacidad de sentir la vida interconectada, y no podremos continuar hiriendo porque conocemos las consecuencias.
Perdonemos para liberar a nuestro Hermano de todas las emociones negativas que lo mantienen encadenado, busquemos en el perdón, su liberación, pues en ella encontraremos la nuestra.
Te pido Perdón por todos los actos, pensamientos y emociones que he cometido en tu contra, hiriéndote en forma consciente o inconscientemente a través del tiempo.
Te pido Perdón por haberte generado emociones negativas hacia mí como consecuencia de mis actos, pensamientos y emociones.
Te pido perdón porque en él, hay Amor, Amor sanador que logrará liberarte de las causas y consecuencias de mis actos, pensamientos y emociones negativas.
Te pido Perdón, pues en el Perdón lograremos ambos liberarnos de estas cadenas de resentimientos que nos mantienen unidos en el dolor y la enfermedad.
¿Si el otro u otros, no logran perdonar? ¿Cómo sigue esta historia del Perdón?
Pues Hermanos, ustedes abren el Corazón, con profundo y verdadero AMOR Incondicional: PERDONAN, liberan a su Hermano herido, SANAN sus heridas y las que ustedes se infligieron a ustedes mismos, después… sueltan y en el soltar se abre otro camino distinto, más luminoso y libre.
Seguramente que la otra parte, al no sentir la respuesta de ustedes, suelta, se libera y finalmente logra perdonar.
Recuerden PERDONAR SIEMPRE, pues PERDONAR es AMAR.
http://www.youtube.com/watch?v=qguMXD6y2Go&feature=related
Con Amor Incondicional, Ashamel.
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