PAZ… que bella palabra, de tan sólo tres letras y qué difícil es sentirla desde el interior de nuestro corazón, cuando todo de mueve un una vertiginosa aceleración de sucesos, hechos, cambios, tanto internos como externos.
GAIA se mueve y en cada movimiento despliega un sin número de vibraciones que impactan en nuestros cuerpos energéticos, algunos de nosotros lo sentimos más que otros, pero de alguna forma, todos percibimos los cambios y lo manifestamos en: nerviosismo, ansiedad, angustia, dolores físicos, modificaciones repentinas de las emociones, sueños intensos.
Gaia se acomoda y nosotros debemos acomodarnos a ella.
Las energías que nos llegan del Cosmos, del centro mismo de la galaxia, también nos
hacen eclosión en nuestros campos energéticos y las situaciones que antes nos resultaban indiferentes ahora nos desagradan y deseamos soltarlas, cambiar nuestra orientación en la vida desde lo material hacia lo espiritual: nos alejamos de familiares o amigos, cambiamos de trabajo, nos mudamos de vivienda, dejamos de comer alimentos que antes nos parecían deliciosos y ahora nos resultan desagradables, hasta molestos en su aroma.
Nos sentimos como si camináramos sobre una cuerda floja, donde el dar un paso fuera de ella, nos hace sentir “descentrados”, embriagados en las nuevas energías que aunque desconocidas, las comenzamos a integrar a nuestros cuerpos, muy lentamente.
¡¡¡¡La PAZ existe!!! A pesar de todas las transformaciones
Alejemos el drama, aceptando nuestra realidad cambiante, acomodándonos, renaciendo, subiendo un escalón, por vez, en esta ascensión paulatina.
Incondicional nos conecta a dimensiones Superiores.
La PAZ que creíamos tan difícil alcanzar, se arraiga con tanta suavidad, que un día la descubrimos en el peor de los temporales.
Ella está allí para conducirnos por sus caminos.
Anclar la PAZ en nuestro Interior, es conectarnos con la Madre Tierra, es llevarla al corazón mismo de GAIA, para ser puente entre el Cielo y la Tierra.
Seguramente ustedes me dirán…
“es fácil lograrlo en un momento de Meditación, pero cuando salimos hacia lo mundano, allí nos sentimos desconectados de la Paz.
Nos bombardean: la confusión, el descontrol, la ira… haciéndonos tambalear.
¿Cómo mantener la Paz?...”
La PAZ, no es confrontación con el otro, no implica apuntar a las actitudes propias o ajenas tratando de disolverlas, no se confundan, no implica lucha del poderes entre la oscuridad y la Luz.
La PAZ es LUZ y como tal con su sola presencia la oscuridad se retira, no puede, aunque quiera sacarnos de nuestro centro.
¿Sentir PAZ, implica no reaccionar ante la injusticia?
¿Sentir PAZ, implica no responder ante situaciones dolorosas?
¿Sentir PAZ, implica no llorar?
¿Sentir PAZ, significa aislarnos en la soledad de una ermita?
¿Sentir PAZ, nos obliga a no participar en lo mundano para no perderla?
SENTIR PAZ ES REACCIONAR, ES RESPONDER, ES LLORAR, ES COMPROMETERNOS, ES SERVICIO HACIA LOS OTROS Y POR SOBRE TODO:
ES AMAR EN TODAS LAS DIRECCIONES HACIA AFUERA Y HACIA DENTRO DE NOSOTROS.
La PAZ, llega de la mano de la comprensión,
de la compasión, del soltar el rencor y el odio, de iluminarnos amando a nuestro Niño/Niña Interior, para saber AMAR a nuestro prójimo, a la Humanidad y a la Naturaleza.
Llega cuando nos aceptamos como somos, pues somos una realidad construida a través de nuestros ancestros que nos entregaron talentos para que avancemos en nuestro andar y también “herencias poco felices” para que las soltemos y sanemos nuestro pasado y… nuestro futuro.
Es una tarea magistral, sanarnos y sanar a nuestros herederos.
¡Qué bello y perfecto engranaje! el sanarnos a nosotros mismos para sanar nuestro presente, el “pasado” y nuestro “futuro” y así anclar la PAZ Interior.
¿Qué es imposible en el HOY sanar pasado y futuro todo al mismo tiempo?
¡¡¡¡SI!!!!! Es posible, pues el tiempo lineal, inamovible como lo conocemos y nos enseñaron, forma parte de las ilusiones que nos han hecho creer, para dejarnos atrapados en la culpa, el miedo y el castigo.
Sueñen en un tiempo circular donde la energía fluye en continuidad, donde si ustedes iluminan el momento de confusión presente, esa luz circula al pasado y al futuro modificándolo, iluminando sus caminos y el de todos aquellos seres que se sincronizan con ustedes.
Somos los Dueños de nuestra Paz, los constructores cotidianos de ella, el AMOR es la energía que la sustenta, la expande.
Con Amor hay siempre PAZ, en el AMOR construimos la Nueva GAIA.
GAIA cambia según nuestra energía, si es amorosa, ella la recibirá y los cambios se van a producir en armonía.
Si nos resistimos, rechazamos, las energías benefactoras, si continuamos cometiendo los mismos errores por ignorancia y por comodidad, los resultados lo sentiremos con un mayor impacto en nuestros cuerpos energéticos y en nuestra realidad cotidiana.
Recuerden que no estamos solos en el Anclaje de esta Amorosa PAZ interior, hay seres de Luz que nos acompañan. Algunos de ellos son los pioneros de la Paz, fueron los que abrieron los corazones de la Humanidad para dar nacimiento a esta nueva Humanidad que está naciendo.
http://www.youtube.com/watch?v=sp_N_pTN4d4 del Amor Incondicional
Cuantos bellos mensajes, retengo la parte de dos de ellos:
“…El fruto del amor es el servicio. El fruto del Servicio es la Paz.”
Teresa de Calcuta.
“…Para crear una Paz interior lo más importante es la práctica de la compasión y el Amor”…
Dalai Lama
Cuando hay entrega (servicio) la PAZ está anclada en nuestros corazones, el servicio existe cuando la compasión y el Amor sustentan nuestros sentires.
Les deseo que la PAZ del AMOR INCONDICIONAL este SIEMPRE con USTEDES.
Hasta nuestro próximo encuentro.
Con Amor incondicional. Ashamel.
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