Caminaba la Alegría por los caminos de la Vida iluminando Corazones, cuando se interpusieron en su andar la Soledad, el Desamparo, el Miedo y la Tristeza, ellos eran sus eternos vecinos de la oscuridad, pero al verla tan dichosa no pudieron más que retroceder y dejarle el sendero libre, sabían que la Alegría, nunca caminaba sola, la acompañaban sus mejores ayudantes:
La Compasión, el Amor, la Libertad, y la Fe.
Eran un equipo imbatible, trabajaban en conjunto, pues solos no podían arraigarse por mucho tiempo en los corazones.
La alegría ingresaba con sus Chispas abriendo el corazón, la Compasión y el Amor disolvían las barreras y bloqueos, después la libertad aseguraba el corazón para que estuviera bien abierto, finalmente la Paz en el Silencio interior del Corazón se instalaba de la mano de la Fe.
La Alegría sabía que ella abría el paso para que el resto de sus aliados pudieran actuar, pero también sabía que si el corazón decidía permanecer cerrado, debía respetarlo y continuar su peregrinaje en busca de corazones deseosos de Alegría.
También sabía que cada corazón que visitaba era el responsable de mantener la Luz que ella y sus amigos le instalaban, pues nada llega y se queda en la vida para siempre, hasta la Alegría hay que alimentarla, Amarla y sustentarla con dedicación, constancia y por sobre todas las cosas sacando los restos de oscuridad que aún quedan escondidos en el corazón.
Ella había visto corazones hundidos en el desconsuelo, sin un poco de ella y sus ayudantes.
Esos corazones no comprendían que debían querer tener alegría, Creer en ella, en su capacidad de sanación, para poder recibirla, pero antes debían deshacerse de las cargas del pasado y de las expectativas del futuro, que solo entorpecían su presencia con conjeturas que la Mente intentaba instalar.
La Alegría vive en el Hoy, en el Ahora, en el presente y de él nace todo.
Hola Hermanos, esta semana inicié el Mensaje con un relato de la Alegría y el trabajo que ella realiza diariamente, junto con sus aliados, pues ella trabaja todo el año, no tiene vacaciones, no quiere que se olviden de su presencia, pues a pesar de todo, EXISTE, está presente, aunque muchas veces, la olvidamos, la ignoramos, pasamos de largo, pues no hay tiempo para la Alegría, pero como es eterna, cariñosa y persistente, insiste tanto hasta que logra instalarse, aunque sea por un instante.
El enemigo más acérrimo que ella posee es… nuestra propia Mente: racional, clasificadora, juzgadora de hechos y personas.
A veces la Mente se viste de interpretaciones psicológicas para tener peso, fundamento en la negación del SER SINTIENTE, si, de ese Ser que siente a través del corazón y que no puede ser interpretado, ni comprendido por la Mente.
Solo el Amor Incondicional puede llegar a lo profundo del Sentir y no lo INTERPRETA simplemente lo SIENTE y cuando lo SIENTE en Plenitud, encuentra la Alegría.
Alegría compartida es DOBLE Alegría y se multiplica hacia todas las direcciones, va más allá del tiempo y la distancia. Por eso es ETERNA.
Somos Seres de Luz, de Amor y de Alegría, estamos destinados a ser felices, pero esta felicidad no llegará de afuera, sino de nuestra convicción plena de instalar la Alegría, con sus aliados en nuestros corazones para ello debemos aceptarnos como realmente somos, compartiendo nuestra Luz, abriendo el corazón.
Hasta nuestro próximo encuentro en la Alegría, el Amor Incondicional y la Paz. Ashamel.
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