Esta semana comienza el Mensaje con una breve historia de un hombre y un gorrión...
Caminaba por la ciudad, abstraído en sus problemas,
preocupado por las cuentas, el alquiler, los reclamos de los hijos, la esposa
que lo anclaba a una realidad de obligaciones imperscindibles.
Así transcurrían sus días, llegaba a su casa,
comía, se acostaba, para recomenzar la misma rutina al día siguiente.
Pero un día se detuvo a mirar un gorrión como
disfrutaba del agua de una deteriorada fuente de la plaza, danzaba en el agua.
Jugaba, tomaba agua y se bañaba todo al mismo
tiempo, lo hacía disfrutando ese instante.
El hombre no pudo continuar su camino, se detuvo…el
pajarito retuvo su atención.
No recuerda cuánto tiempo transcurrió desde que vio
al gorrión y continúo su marcha habitual.
Fue un instante donde se sintió UNO con el
agitar de alas, los chapoteos y los trinos.
Fue un instante de conexión en la alegría, la
simplicidad, la libertad y la vida toda.
Sintió… ¿Sincronía con la vida de un… gorrión?.
¿Cuál era la conexión que había logrado a través de
ese parajito tan sencillo y común, entre su rutina diaria y el disfrute por la
vida?
¿Por qué sentía que el gorrión era feliz en cada
acto y él no lo era?
¿Cómo llegar a vivir siendo consciente del deber y
sentirse feliz en el hacer?
¿Cómo continuar el camino, cuando por un instante
tan breve había sentido que ingresaba en otro camino, tan, pero tan distinto?
Cuando logró “regresar”, ya el gorrión había
desaparecido y él no era más el mismo.
En las preguntas están encerradas las respuestas.
En el cómo SER, cómo Sentir, cómo conectar el Hacer a un Sentir distinto y cambiar a partir de él, están encerradas todas las respuestas.
Nuestro Hombre abrumado, por un instante y a través
del gorrión logró conectar su espiritualidad a su Humanidad y por primera vez
se elevó más allá de las obligaciones que le indicaban su rutina diaria.
Nuestro Hombre “común”, “sencillo” comenzó a
desplegar su 7º Chakra de la Corona y recibió la conexión de su Ser Espiritual
en su realidad física.
Se abrió un Portal de Luz y lo bañó en alegría,
libertad, paz, espiritualidad.
Por
un breve instante fue un gorrión.
El Séptimo chakra coronal o de Flor de Loto del Mil Pétalos (Sahasrara), situado encima y en el centro de nuestra cabeza, abierto hacia arriba, es nuestra conexión con los Planos Superiores.
De color violeta en sus 960 pétalos de la flor
exterior, en su interior presenta una segunda flor de 12 pétalos que irradian
luz blanca y dorada.
Este Chakra afecta el cerebro, la glándula pineal
(epífisis), es canal de luz por donde fluyen las energías de lo invisible
a lo visible, descienden desde el ultravioleta para pasar al mundo visible de
la percepción sensorial, hasta desaparecer en el infrarrojo.
Cuando funciona el Chakra coronario abierto
fluye la energía Divina conectando nuestro Ser espiritual, emocional, mental y físico
en una unidad integrada.
La energía desciende, pasando por todos los
chakras, llegando al Kundalini, para recomenzar su recorrido ascendente.
En el Hombre se integra Cielo y Tierra como una
UNIDAD, logrando sentir su Divinidad en la Tercera Dimensión.
Los conocimientos que comenzamos a adquirir a
través del Séptimo Chakra, no son de separación del objeto a percibir,
somos la Creación.
Cuando el Chakra comienza a abrirse, se viven
instantes cada vez más perdurables de unificación del Ser Superior y la vida
exterior o física, se unifican las energías, hasta llegar a conducirnos a
través de nuestro Ser Superior.
Se siente Paz y calma, nada nos puede sacar del centro, del equilibrio interno.
Los chackras pasan a ser emisores de la energía DIVINA, son
reflejo de ella, del Ser Divino que somos.
Cuando experimentamos esta Iluminación a través de
la apertura del Chakra Corona, pasamos de una sensación de vació, a una
completitud total, pues ese vacío es ocupado por el Ser Divino y este es tu
verdadero SER, el SER UNIVERSAL que desplaza al Yo Individual.
En tus actos concretas la intención del Creador y
la energía que irradias desde tu Amor Universal, abre los corazones de todos
aquellos sensibles a tu frecuencia amorosa.
Dejas de Ser conducido por el EGO, para conducirte
por la intención Divina y la energía que emites sana, ilumina.
Comprendes que la materia pasa a ser una ilusión, una forma mental en la conciencia divina y que todo se mantiene en perfecto equilibrio y unidad por el AMOR DIVINO.
Comprendes que las creaciones Egoicas, finalmente
se disuelven, por falta de Amor y solo en el Amor de Dios en la Unidad absoluta
se sustenta la Creación Divina.
Disolver la separación de tu Ser con la Divinidad,
soltar la angustia a una nueva realidad, el temor a la muerte, el sentirse
imprescindible y aferrarse a esa emoción por miedo al cambio, negarse a buscar
las verdades desde el silencio interior, pueden provocar en un momento de
nuestras vidas el llegar a vivir una enfermedad o un accidente que nos obligue al
reposo y a recurrir al encuentro con nuestro Ser Divino, de no hacerlo,
quedaremos detenidos en las exterioridades del Yo Personal.
La música de este Chakra es el SILENCIO, pero toda
música o frecuencia que nos conduzca al silencio interior es válida.
Como cada uno de nosotros tenemos una frecuencia de
vibración particular y única, cada uno seleccionará aquellas frecuencias que lo
ayuden a Meditar y a unificarse con su Ser Divino, de mi parte les comparto
este bello video, con una historia, de búsqueda, aprendizaje y evolución.
Abrirse a una nueva realidad, Ser en nuestra
Divinidad, es un sendero que todos debemos transitar en algún momento de nuestra
existencia, recuerden que no están solos, pues cuando acaricien el Ser Divino
comprenderán que Dios nos esperaba con infinita paciencia en nuestros
Corazones.
Hasta nuestro próximo encuentro,
Ashamel Lemagsa.
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